
El Modernismo es objeto
de distintas interpretaciones, con estas dos posturas fundamentales:
·
La más restrictiva lo
considera un movimiento literario bien definido que se desarrolló entre 1888 y 1910.
·
La más amplia considera
que el modernismo no es sólo un movimiento literario sino toda una época y la
actitud que le sirvió de base.
Conciliando ambas,
cabría definir el modernismo literario como un movimiento de ruptura con la
estética vigente que se inicia en torno a 1880 y cuyo desarrollo fundamental
alcanza hasta la Primera Guerra Mundial. Tal ruptura se
enlaza con la amplia crisis espiritual de fin de siglo.
Las principales
características del modernismo son:
·
El rechazo de la
realidad cotidiana, ante la cual el escritor puede huir en el tiempo (evocando
épocas pasadas y mejores) o en el espacio (muchos de los poemas se desarrollan
en lugares exóticos y lejanos).
·
Una actitud
aristocratizante y cierto preciosismo en
el estilo, así como la búsqueda de la perfección formal (de inspiración
parnasiana) que se aprecia no sin cierto individualismo.
·
Alternancia entre el
tono melancólico y la vitalidad.
·
La búsqueda de la
belleza se consigue a través de imágenes muy plásticas y acercamiento a las
artes, de una adjetivación con predominio del color y con imágenes relacionadas
a todos los sentidos, así como con la musicalidad que produce el abuso de la aliteración,
los ritmos marcados y la utilización de la sinestesia (influencias
del simbolismo).
·
Tanto la fidelidad a las
grandes estrofas clásicas como las variaciones sobre los moldes métricos,
utilizando versos medievales como el alejandrino,
el dodecasílabo y el eneasílabo;
con aportes de nuevas variantes al soneto.
·
El uso de la mitología y
el sensualismo.
·
Una renovación léxica
con el uso de helenismos, cultismos y galicismos,
que no buscaba tanto la precisión como el prestigio o la rareza del vocablo.
·
El deseo innovador que
aspiraba a la perfección apreciada en la literatura europea.
·
La adaptación de
la métrica castellana
a la latina. Rubén Darío renueva la métrica con versos de nueve, doce o catorce
sílabas, que ya parecían olvidados.
·
El culto a la perfección
formal, con poesía serena y equilibrada.
Escritores argentinos
Leopoldo Lugones
Lugones (Córdoba, 1874-Buenos Aires, 1938) fue poeta,
ensayista, político y periodista. De pequeño se mudó con su familia a Ojo de Agua, en Santiago del Estero, y más
tarde estudió el bachillerato en Córdoba. Posteriormente se trasladó a Buenos
Aires y viajó a Europa. Se suicidó, quizá por su inestabilidad psicológica.
Fue fuertemente influido por el simbolismo en Las montañas del oro (1897), y en Crepúsculo del jardín (1905).
Enrique Larreta
Larreta (Buenos
Aires, 1875-1961) perteneció a una
familia adinerada y contrajo matrimonio con una mujer de familia aristocrática.
Estudió Derecho y
trabajó como embajador. Vivió en Biarritz y
en Ávila.
Era un gran admirador de Unamuno y
del Siglo de Oro. Fue miembro de la Real Academia
Española y de la Academia Argentina de la Historia.
Su primera publicación fue Artemis (1896),
pero su obra más importante es La
Gloria de don Ramiro (1908).
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